Vi en Pinterest una receta salada de semiesferas que me llamó la atención. Me quedé con la idea y hemos hecho una versión que nos ha sorprendido mucho: semiesferas de queso de cabra con mermelada de tomate sobre crackers acompañadas de tierra de olivas negras. Reconozco que tenía mis dudas a medida que la preparábamos, ya que no sabía qué textura tendría, si se podría desmoldar bien, si no quedaría muy empalagosa… pero la verdad es que quedó genial. Además, mi madre preparó previamente la mermelada de tomate en casa, que está buenísima. La combinación de pan tostado, con queso de cabra, tomate, olivas negras y albahaca no puede fallar. Le comenté a mi madre la idea que tenía y a ella se le ocurrió acompañarlo con olivas negras y crackers. Luego, cuando lo estábamos sirviendo, Rafa pensó que le faltaba el toque verde de la albahaca. El resultado: una tapa muy vistosa y sabrosa, que da mucho juego.

Ingredientes (para 6 unidades)
-200 gramos de queso de cabra de rulo
-200ml de nata para cocinar
-2 láminas de gelatina
-mermelada de tomate
-crackers
-1 bote de olivas negras
-albahaca

Pasos
-si tenéis tomates, os recomiendo preparar la mermelada en casa, es muy sencillo, aunque si no, la podéis comprar hecha. Si os animáis a hacerla vosotros, tenéis la receta aquí

-por otro lado, ponemos a hidratar en agua muy fría las láminas de gelatina
-quitamos la corteza del queso de cabra y lo colocamos a trozos en una olla junto con 100ml de nata. Calentamos hasta que se derrita y se integre todo. Añadimos también las láminas de gelatina. Retiramos del fuego y dejamos templar

-por otro lado, montamos con unas varillas los otros 100ml de nata (tiene que estar bien fría)
-mezclamos la nata montada con el queso derretido con movimientos envolventes. Cuando esté todo bien integrado, podemos volver a montarlo un poco más con las varillas

-rellenamos la mitad de las semiesferas con la crema de queso y dejamos reposar en la nevera
-cuando esté un poco cuajada, colocamos en el centro un poco de mermelada de tomate y cubrimos el resto con más crema de queso. Volvemos a dejar cuajar en la nevera hasta la hora de servir

-mientras, preparamos la tierra de olivas. Es tan sencillo, como escurrir y secar las olivas negras sin hueso. Las colocamos extendidas en un plato y calentamos en el microondas hasta que se sequen y queden duras. Cuando estén deshidratadas, las picamos en la picadora hasta obtener una especie de tierra. Si vemos que están un poco tiernas, podemos extendelas en un plato y volver a calentar unos minutos más


-a la hora de servir, desmoldamos las semiesferas y las colocamos encima de un cracker. Colocamos por encima un poco de mermelada de tomate (si es muy espesa, se puede calentar un poco en el microondas). En el cracker y por encima, espolvoreamos un poco de arena de olivas y le podemos añadir unas hojas de albahaca


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