Como algunos de vosotros ya sabéis, en casa nos gusta preparar el pan y comerlo recién hecho por la mañana para desayunar o alguna noche para cenar con embutido. Rafa lo prefiere al horno y yo a la sartén, así que hacemos porciones de la masa y cada uno lo prepara como quiere. Nuestro preferido es con olivas, pero para variar esta vez he querido hacer un pan dulce. Lo he colocado en un molde redondo desmoldable en bollitos individuales uno al lado del otro, que al dejarlos reposar más luego el tiempo de horneado, crecen y forman un bollo generoso (esponjoso, tierno, sabroso…).

Ingredientes
-1 huevo
-250 gramos de harina de fuerza
-50ml de leche
-50ml de aceite de oliva
-60 gramos de azúcar
-media pastilla de levadura fresca
-una pizca de sal
-azúcar y mantequilla para pintar
Pasos
-empezamos templando la leche y diluimos en ella la levadura fresca. Reservamos
-en un bol, mezclamos el huevo con el azúcar y una pizca de sal. Añadimos la harina tamizada y el aceite y mezclamos bien. Incorporamos también la leche y la levadura, mezclamos bien hasta que se integren todos los ingredientes y dejamos reposar

-dividimos la masa en bollitos individuales y los colocamos uno al lado del otro en un molde desmoldable (podéis hacer bollitos individuales o un bollo grande, como os guste más)

-volvemos a dejar reposar antes de hornear a 180 grados durante 25 minutos
-cuando lo retiremos del horno, lo pintamos con mantequilla derretida y le espolvoreamos azúcar

Consejo: nos lo podemos comer solo tal cual o acompañado con un poco de chocolate