
Desde que preparamos nuestra versión particular de la tarta red velvet, mi tía y yo ya habíamos comentado en varias ocasiones que teníamos que repetir una mañana de repostería juntas. En esta ocasión, me sugerió preparar un tiramisú, que ella ya ha hecho en varias ocasiones y le quedan espectaculares. La verdad es que yo no lo había preparado antes, pero visto el resultado, repetiré seguro. Con las cantidades que os indico, nos salió bastante (para una bandeja grande y una mediana), pero no nos ha sobrado nada. Para nosotras, una de las claves es el bizcocho, ya que no se ha deshecho y ha quedado esponjoso. Para ello, hemos utilizado bizcocho italiano savoiardi (o de soletilla), que lo venden en los supermercados, es como una especie de galleta dulce, seca, esponjosa y alargada, que al mojarla en café se ablanda un poco, pero no queda puré.
Ingredientes
-2 vasos de café (unos 400 ml)
-licor (coñac o whisky…)
-400 gramos de bizcocho italiano savoiardi (de soletilla)
-6 huevos
-120 gramos de azúcar
-500 gramos de queso mascarpone
-cacao puro
Procedimiento

-empezamos mezclando nuestros dos vasos de café con dos cucharaditas de azúcar y un chorrito de licor (coñac, whisky…). Si no tenemos café de cafetera hecho, podemos mezclar dos vasos de agua caliente con 8 cucharadas de café soluble y añadir el azúcar y el licor. Reservamos
-por otro lado, separamos las yemas y las claras de los huevos. Mezclamos las yemas con 60 gramos de azúcar y batimos bien. En otro bol, montamos las claras y las mezclamos con los otros 60 gramos de azúcar
-añadimos el mascarpone a las yemas e integramos bien. Incorporamos también las claras y mezclamos poco a poco
-ahora, montamos las capas de nuestro tiramisú: mojamos los bizcochos en el café por los dos lados (sin que queden muy empapados) y los vamos colocando en una bandeja bien alineados cubriendo bien la base
-encima de la base de bizcocho, añadimos parte de la crema de mascarpone y por encima espolvoreamos una fina capa de cacao en polvo hasta cubrir la crema. Ya tenemos nuestra primera capa montada y ahora repetimos el proceso para que tenga otra capa o tantas como queramos, dependiendo del recipiente donde se sirva