Para que los bombones que preparamos en casa tengan un aspecto brillante y una consistencia óptima, en un taller que hice nos enseñaron que el chocolate tiene que pasar por tres temperaturas, lo que se conoce como temperar el chocolate.
Tenemos que conseguir una buena cristalización (el paso del estado líquido al sólido) de la manteca de cacao que contiene el chocolate.
Cuando derretimos el chocolate que tenemos en casa para preparar algún postre, si lo fundimos directamente en el microondas o al baño María, cuando se solidifica no regresa a su estado original y tiene un aspecto blanquecino y mate.
Para que nos quede brillante, sea fácil de desmoldar y tenga una buena textura, os recomiendo que sigáis estos pasos. Para este proceso, necesitamos un termómetro de cocina.
-fundimos el chocolate en el microondas o al baño María hasta que esté a 55 grados. Reservamos 1/4 parte
-el resto, lo ponemos sobre el mármol con la ayuda de una espátula y vamos moviéndolo hasta que baje su temperatura a 28 grados
-mezclamos el chocolate que tenemos en el mármol con la 1/4 parte que habíamos reservado hasta que alcance los 31 grados
-así obtendremos una apariencia brillante y una textura adecuada para trabajarlo
-ahora ya tenemos listo el chocolate para verterlo en nuestros moldes o utilizarlo como cobertura para los bizcochos
Te han quedado genial!!!!
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Gracias Raquel. Si lo haces en casa ya me dirás 😉
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