Esta receta se puede decir que ha sido de aprovechamiento, ya que la preparé con la excusa de acabar un poco de queso ricotta que tenía en la nevera. Aunque al final he tenido que comprar más para hacer la tarta, ha sido la oportunidad de probar una receta dulce nueva. Ya habíamos preparado en alguna ocasión tarta de queso, que nos gustan mucho, así que nos hemos arriesgado con el queso ricotta. Es un postre muy suave, que se puede acompañar con mermelada por encima, pero nosotros nos la hemos comido tal cual, solo espolvoreada con un poco de azúcar glas por encima. De apariencia muy rústica y de sabor suave y esponjosa. Hemos preparado también la masa, aunque es un poco pegajosa y no las tenía todas conmigo. Nosotros la hemos hecho en un molde desmoldable, ya que además de la base, hemos levantado también los bordes de galleta.

Ingredientes
Para la base
-150 gramos de harina de trigo
-100 gramos de mantequilla
-50 gramos de azúcar
-2 yemas de huevo
Para el relleno
-500 gramos de queso ricotta
-1 cucharada de harina de maíz
-2 claras de huevo
-125 gramos de azúcar
-ralladura de un limón
Pasos
-empezamos preparando la base. Para ello, antes de empezar, os aconsejo meter la mantequilla un rato al congelador
-colocamos en un bol la harina tamizada con el azúcar y añadimos la mantequilla bien fría partida a daditos
-mezclamos bien pero intentando no darle mucha calor (lo podemos hacer con las manos o con unas varillas) hasta que obtengamos una textura arenosa
-añadimos las yemas y seguimos mezclando hasta que esté todo bien integrado
-hacemos una bola y la tapamos con un film transparente y la dejamos reposar en la nevera
-mientras la masa se enfría, preparamos el relleno de nuestra tarta: mezclamos el queso ricotta con las claras (previamente montadas). Añadimos el azúcar, la ralladura de limón y la harina de maíz
-ahora toca montar la tarta. Para ello, forramos un molde desmoldable con papel de horno y extendemos con la mano en la base la masa que habíamos prepado antes, subiendo un poco los bordes también
-volcamos el relleno encima y horneamos a 180 grados durante 30-40 minutos


-retiramos la tarta del horno y dejamos enfriar. Desmoldamos y a la hora de servir podemos espolvorear un poco de azúcar glas por encima