La otra noche nos tocaba pizza para cenar y decidimos preparar la masa en casa. Ha quedado buenísima, como cuando hacemos el pan, ya que los ingredientes son los mismos. Os copio la receta que seguimos por si algún día la queréis hacer, os lo recomiendo. Con estas cantidades salen dos pizzas generosas. Nosotros hicimos una para Rafa y otra para mí, ya que nos gustan con diferentes ingredientes. Además, yo prefiero la masa gorda, así que a la hora de estirarla lo hicimos con la mano, en lugar de con un rodillo, para que quedara con más grosor, pero eso va a gustos. Si preferís masa fina, la podéis estirar más. Nosotros la hemos dejado reposar en dos ocasiones: una recién preparada la masa, en forma de bola tapada en un bol, y luego una vez ya estirada para que volviera a crecer. También hay que tener en cuenta que luego, cuando se hornea también crece un poco.

Ingredientes (para dos pizzas individuales)

• 300 gramos de harina de trigo
• 1 cucharadita de sal
• 175 ml de agua tibia
• 1 sobre de levadura seca (7 gramos) o 12 gramos de levadura fresca de panadero (media pastilla)
• 2 cucharadas de aceite de oliva

Procedimiento

-en un bol, ponemos la harina con la sal (enterrada) y en medio dejamos un hueco para añadir la levadura disuelta previamente en el agua tibia

-añadimos también el aceite y mezclamos bien hasta que los ingredientes estén bien integrados. Podemos ir incorporando un poco de harina hasta que veamos que la masa no se pega en las manos

-la dejamos reposar en un bol tapada con un paño de cocina, hasta que la masa duplique su volumen

-cuando la masa crezca, la dividimos en dos si queremos hacer pizzas individuales o dejamos solo una bola, que estiramos sobre una superficie enharinada, para que no se pegue, y la volvemos a dejar reposar (le damos el grosor deseado, teniendo en cuenta que crecerá un poco más)

-una vez reposada, le añadimos por encima los ingredientes que más nos gusten y llevamos al horno previamente caliente unos 30 minutos a 180 grados