
Tenía en casa varios calabacines del huerto de mi padre, que nos encantan de todas las maneras (a la plancha, fritos…). He utilizado uno grande para hacer croquetas y ha sido todo un acierto. Las he hecho de calabacín y cebolla y nos han encantado, suaves de sabor, textura muy esponjosa… Y además las he hecho en la freidora de aire con un poco de aceite, así son más saludables que si las freímos, que también se pueden hacer así y quedan buenísimas. La masa es consistente y se les puede dar forma muy bien, solo manchándose un poco las manos. Espero que os gusten.
Ingredientes
-1 cebolla
-1 calabacín grande o 2 pequeños
-aceite, sal
-60 gramos de harina de trigo
-200ml de leche
-para el rebozado: harina, huevo y pan rallado

Pasos
-empezamos pelando y troceando muy finita la cebolla y la ponemos en una sartén con aceite a fuego medio para que vaya pochando
-mientras, pelamos y rallamos el calabacín, que aliñamos con un poco de sal y lo añadimos a la sartén cuando la cebolla este doradita
-vamos removiendo y dejamos que se vaya cocinando todo (le podemos ir añadiendo un poco de aceite)
-luego, incorporamos la harina y la removemos un poco para que se cocine
-por último, añadimos la leche y salpimentamos al gusto. Vamos removiendo bien hasta que la masa se despegue de la sartén y veamos que tiene consistencia
-dejamos reposar la masa en un bol y luego la llevamos a la nevera tapada con film transparente para que repose bien
-hacemos porciones y las rebozamos. Yo las paso primero por harina, luego por huevo batido y luego por pan rallado. Para que no revienten en el horno, hago un doble rebozado y las vuelvo a pasar por huevo y pan rallado, así se sellan mejor

-las podemos hacer al horno, en la freidora de aire o fritas, quedan buenísimas de todas maneras